lunes, 18 de abril de 2011

¿Qué sería yo sin ti?

  Esa lágrima era esencia de gratitud.
Gratitud hacia la vida , el azar , el karma , la suerte , la provivencia , el gran arquitecto que presidía nuestros destinos. Dios , incluso , si existía ... ¡Qué más daba! Martín estaba de vuelta en su vida. Y esta vez , sabía que era para siempre. Por una extraña alquimia , la armonía entre sus cuerpos había desembocado en la armonía entre sus almas. Ahora , estaban
preparados ambos , no a volver a empezar de cero , sino a continuar un amor que había sobrevivido en hibernación durante quince años. Martín tenía razón cuando decía que no podía mirar serenamente el porvenir sin comprender y asumir el pasado.

GUILLAUME MUSSO.

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